Llevo mucho sin publicar, y han pasado muchísimas cosas, lo siento, pero no las voy a contar hasta que signifiquen algo real, por ahora, significan mucho para mi corazón, que esta mas liado que nunca, pero bueno, cuando sea algo real, si que lo contare, y si no lo es, cuac, habrá algo mejor :) bueno aquí va uno de mis sueños despierta, (sueño despierta= tumbarme, no saber que hacer, y empezar a imaginar guiándome por el corazón, alejarme del mundo completamente para trasladarme a una dulce y alegre realidad) :
Primer día de insti después de las vacaciones de navidad, le había echado
muchísimo de menos, apenas habíamos hablado, y por fin le iba a ver,
era extraño, aun faltaban diez minutos para las ocho y ya estaba
lista, me senté en el sofá aburrida y sonó el timbre, ¿quien seria?
Descolgué el telefonillo:
-¿Si?
-Hola -----, ¿puedes bajar?
-¿¡-----!? ¿Que haces aquí? Voy.
Cogí la mochila y baje, cuando el ascensor se abrió, le vi, y el mundo
se paró, abrí la puerta y deje la mochila, (la suya estaba en el
suelo).
-Hola -dije tímida de repente.
-Hola - me respondió el de la misma forma.
Sin poder soportarlo mas, me lance a sus brazos y el me rodeo con
estos, no era un abrazo normal, ni uno de esos en los que mi cabeza
descansaba sobre su pecho, era un abrazo impulsivo, con mil emociones
en el, mi cabeza en el hueco de su cuello, mis brazos alrededor de este y los
suyos rodeándome.
-Te he echado tanto de menos- dije, sin poder evitarlo.
-Yo también a ti- me dijo.
(Versión un poco mas realista)
Nos separamos y le pregunte la hora, eran menos cinco, llegaríamos
pronto, y no habría nadie, pero aun así fuimos, estuvimos juntos un
rato hasta que llegaron los demás y entramos a clase.
(Versión romántica - <3 -)
Nos separamos, y nos miramos a los ojos, unos segundos después, nos
estábamos besando, yo estaba muy nerviosa, pero no quería que aquel
beso terminara nunca. Un poco después, nos separamos, quería
decirle mil cosas, pero no me salían las palabras, me cogió de la mano
y fuimos hacia la puerta del insti, no había nadie, lo cual me alegró,
ya que mis mejillas debían estar mas rojas que el fuego, el no me
soltó la mano, y permaneció cerca mio a pesar de que ya habían llegado
los demás.